martes, 31 de marzo de 2015

Capítulo 1. A falta de sexo buenas son pajas


Yo me considero una persona fiel. Cuando estoy con alguien estoy con ese alguien. A ver, que ojos en la cara tengo como todo el mundo y en 12 años de relación no puedo negar que haya mirado a otro tío con ojitos... pero porque que esté a dieta no significa que no pueda leer la carta, verdad?

El caso es que cuando empezó el declive, cesó el sexo y apareció la ansiedad llegué a la conclusión que la masturbación era la vía de escape más saludable para mis picores más oscuros, así que... me decidí a comprarme un consolador.

Un consejo, no compréis en las tiendas de sex shop, son carísimas! Sabéis la cantidad de ofertas que hay de internet? No me costó nada el meterme en una página de esas que por 5€ te dan un cupón del 40% de descuento en tiendas de juguetes eróticos... así si merece la pena gastarse el dinero en cochinadas! 

Alguno os preguntareis "y por qué no la masturbación manual? Más barato que eso..." Pues porque yo no me hago dedos. No, alguna vez he probado y sí, he notado cosquilleo y eso, como con la alcachofa de la ducha o el "pintalabios" vibrador que me regalaron una vez para hacer la gracia, pero nunca he pasado a gozarlo plenamente. No sabré hacerme un dedo... bueno, nadie es perfecto.

Total... una cosa en la que hice hincapié fue el tamaño. Mi chico estaba muy bien dotado (gordota y de un largo considerable) lo que significaba que el que iba a ser "mi amante secreto" tenía que tener buen equipamiento. Así que me documenté bien, elegí a mi nuevo amiguito, hablé con una amiga que estaba independizada para que se lo llevaran a su casa (os imagináis que traigan un paquete, nunca mejor dicho, a casa y que lo habra vuestra madre?? Me mueroooo) y me lo compré.

Mi primera experiencia? Idílica, casi religiosa (jajaja) Creo que tarde como… 20 segundos en correrme? Que sí, que tenía muchas ganas, que había pasado un tiempo considerable desde la última vez… pero joderrrrrr lo que hacía un trozo de plástico con 2 pilas alcalinas! Siempre dije que mi chico era un mago con las manos, pero fue como comparar al Gran Houdini con un niño jugando al “Magia Borrás”

Esa fue mi PRIMERA LECCIÓN: no conocía mi cuerpo también como pensaba.

Desde ese día, pocas eran las noches que no me daba un homenaje pa mi body, incluso fantaseaba... siempre he sido muy inmaginativa y la verdad es que mi chico era algo sosete en la cama, alguna vez que le insinué hacer "algo diferente", muy discretamente para no ofender su hombría... pero vamos que no pasaba del misionero, perrito o yo encima. Pero con "mi amante" no era así...

Y ahí aprendí mi SEGUNDA LECCIÓN: me gustaba más el sexo de lo que creía.

2 comentarios:

  1. Buen inicio.

    Como te he dicho por Twitter, mola bastante el halo de sinceridad que desprende lo que cuentas.

    Supongo que no lo harás por evidentes motivos, pero datos como edad o foto serían muy interesantes :P

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    1. Efectivamente, por motivos evidentes no pongo mi foto real, jajaja
      Si te resulta interesante saber la edad, te diré que tengo 31

      Gracias por los ánimos, seguiré trabajando en ello! No dudes en comentar, toda aportación constructiva la agradezco :)

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